Se prevé que una jueza de primera instancia en Estados Unidos ordene la liberación del salvadoreño Kilmar Ábrego García de una cárcel en Tennessee el viernes mientras aguarda juicio por cargos federales de tráfico de personas.

La liberación proporcionará lo más cercano a la libertad que Ábrego García ha sentido desde que en marzo fue deportado injustamente a una notoria prisión en El Salvador, lo que lo convirtió en un rostro —si no es que en el rostro— de las estrictas políticas de inmigración del presidente Donald Trump.

Los abogados de Ábrego García declararon el martes en documentos judiciales que una empresa de seguridad privada llevará a su cliente desde Tennessee a Maryland cuando sea liberado.

Pero la libertad de Ábrego García antes del juicio podría ser efímera. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) podría detenerlo una vez que llegue a su estado adoptivo de Maryland, y podría intentar deportarlo nuevamente.

Según quién cuente su historia, hay dos versiones muy distintas de Ábrego García.

Trump y su gobierno lo presentan como un miembro de la pandilla MS-13 y un incansable traficante de migrantes en todo el país. Los abogados de Ábrego García lo retratan como un hombre de familia y trabajador de la construcción que fue deportado arbitrariamente y luego acusado de manera vengativa para salvar el prestigio político.

En un momento en que la historia de Ábrego García da un nuevo giro, esto es lo que es recomendable saber:

Ábrego García, de 30 años, creció en El Salvador y huyó a los 16 años porque una pandilla local extorsionó y aterrorizó a su familia, según registros judiciales. Viajó a Maryland —donde vive su hermano y cuenta con la ciudadanía estadounidense—, pero Kilmar no estaba autorizado a quedarse.

Ábrego García encontró trabajo en el sector de la construcción y conoció a su futura esposa, Jennifer Vasquez Sura. En 2018 se mudó con ella y sus dos hijos de una relación previa después de que Vasquez quedara embarazada de un hijo de ambos. Vivían en el condado de Prince George, en los alrededores de Washington.

En marzo de 2019, Ábrego García acudió a una tienda Home Depot en busca de trabajo como jornalero, pero la policía local lo detuvo, al igual que a otros tres hombres, según registros judiciales. Se sospechaba que eran miembros de la MS-13, con base en sus tatuajes y vestimenta.

Un informante con antecedentes penales le dijo a la policía que Ábrego García estaba en la MS-13, según los registros judiciales, pero la policía no lo acusó ni lo entregó al ICE.

Un juez federal de inmigración negó la solicitud de asilo de Ábrego García porque había pasado más de un año desde su llegada. Pero el juez sí le otorgó protección para no ser deportado a El Salvador, luego de determinar que tenía un "miedo bien fundado" de sufrir persecución por parte de pandillas allí, según los registros judiciales.

Ábrego García fue liberado y puesto bajo supervisión federal. Recibió un permiso federal de trabajo, y cada año acudía al ICE para reportarse, indicaron sus abogados. Ingresó a un sindicato y trabajaba de tiempo completo como aprendiz de hojalatero.

En febrero, el gobierno de Trump designó a la MS-13 como una organización terrorista extranjera. En marzo deportó a Ábrego García a la prisión en El Salvador, violando la orden de 2019 del juez federal de inmigración.

Posteriormente, Ábrego García afirmó en documentos judiciales que fue golpeado y torturado psicológicamente. El presidente salvadoreño Nayib Bukele negó las acusaciones.

El gobierno de Trump dijo que el hecho de que haya violado la orden de 2019 del juez de inmigración se debió a un error administrativo. Trump y otros funcionarios también reiteraron las afirmaciones de que Ábrego García pertenecía a la MS-13.

Vasquez Sura interpuso una demanda para traer de vuelta a su esposo. Luego de creciente presión política y una orden de la Corte Suprema, el gobierno de Trump devolvió a Ábrego García a Estados Unidos en junio, pero para que enfrentara cargos de tráfico de personas.

El caso de tráfico de personas se origina en una parada de tráfico por exceso de velocidad en 2022, durante la cual Ábrego García conducía un vehículo con nueve pasajeros. La policía en Tennessee sospechó de tráfico de personas, pero se le permitió continuar conduciendo y no se le acusó de nada.

Ábrego García se ha declarado inocente de los cargos de tráfico presentados en junio. El caso se basa en el testimonio de testigos cooperantes, algunos de los cuales han solicitado o recibido ayuda con asuntos de inmigración y penales, según testimonios previos al juicio.

Los abogados de Ábrego García presentaron el martes una moción que pocas veces se usa para desestimar el caso, basándose en "persecución vengativa y selectiva".

"Este caso es resultado del esfuerzo concertado del gobierno para castigarlo por tener la audacia de defenderse", escribieron sus abogados.

El gobierno dará su respuesta en la corte el martes.

La jueza federal de primera instancia Barbara Holmes en Nashville dictaminó en junio que Ábrego García tiene derecho a ser liberado de la cárcel mientras aguarda un juicio, y determinó que no se corre el riesgo de que se dé a la fuga ni representa un peligro para la comunidad.

En una audiencia judicial, Holmes explicó cuáles son las condiciones de liberación que requerirían que Ábrego García se quedara con su hermano en Maryland. También tendría monitoreo electrónico y estaría en detención domiciliaria.

Pero Ábrego García ha permanecido en la cárcel unas 11 semanas a petición de sus abogados, por temor a que el ICE intente deportarlo de inmediato. Esos temores se confirmaron en un tribunal federal en Maryland, donde la esposa de Ábrego García demandó al gobierno de Trump.

Thomas Giles, un director adjunto del ICE, testificó el mes pasado que Ábrego García sería detenido en cuanto sea liberado. Agregó que México o Sudán del Sur podrían estar dispuestos a aceptarlo, pero el gobierno de Trump aún no había decidido nada.

Autoridades estadounidenses han argumentado que Ábrego García puede ser deportado porque llegó a Estados Unidos ilegalmente, y porque un juez federal de inmigración lo consideró elegible para su expulsión en 2019, sólo que no a su natal El Salvador.

A pesar de los temores de deportación, los abogados de Ábrego García le han pedido a Holmes que finalmente lo libere de la cárcel en Tennessee. Una suspensión de la liberación que habían solicitado expira el viernes.

En un documento presentado el jueves, Holmes escribió que emitirá una orden sobre la liberación previa al juicio de Ábrego García, bajo ciertas condiciones. La orden no había sido publicada hasta el jueves por la tarde.

La liberación prevista de Ábrego García llega después de que una jueza federal en Maryland le proporcionara algunas protecciones.

La jueza federal de distrito Paula Xinis, quien supervisa la demanda, le ha prohibido al ICE detener inmediatamente a Ábrego García cuando sea liberado en Tennessee.

En una orden de finales de julio, Xinis requirió que cualquier procedimiento de expulsión comience en Baltimore. Es ahí donde deberían haber comenzado cuando el gobierno de Trump lo deportó erróneamente a El Salvador, escribió Xinis.

Xinis también ordenó que el ICE avise con tres días hábiles de anticipación si tiene la intención de iniciar procedimientos de expulsión. El tiempo le dará a Ábrego García y a sus abogados la oportunidad de plantear cualquier temor creíble de persecución o tortura en el país al que el ICE planea enviarlo.

Xinis escribió que el gobierno de Trump ha "hecho poco para asegurarle al tribunal que, si no hay una intervención, se protegerán los derechos de Ábrego García al debido proceso".

Si el ICE quisiera devolverlo a El Salvador, tendría que reabrir su caso de 2019 ante un juez de inmigración, escribió Xinis. Y eso requeriría un aviso formal y "una oportunidad para ser escuchado".

Xinis reconoció que podría ordenarse que Ábrego García comparezca en Baltimore para procedimientos de inmigración, lo que "puede o no incluir arresto legal, detención y eventual expulsión".

"Siempre que tales acciones se tomen dentro de los límites de la Constitución y las leyes aplicables, este tribunal no tendrá nada más que decir", escribió Xinis.

____

Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.