Como estamos ahora en plena Feria de Málaga, con la corrida de toros como parte del programa, es buen momento para reflexionar sobre esta paranoia de los animalistas… de conveniencia, claro. Esos que aprovechan la temporada taurina para montar su show, pero que no han emitido ni un suspiro de agradecimiento porque en Jumilla se estén planteando que tampoco se maten corderos en sus instalaciones deportivas municipales. Y es que de ese tema, mejor ni hablar, no vaya a ser que la coherencia les obligue a incomodar a colectivos que prefieren no tocar.
En España tenemos una fauna muy peculiar: los animalistas selectivos. Esa gente que monta una cruzada nacional contra la tauromaquia, que exige su prohibición inmediata, que se cuelga pancartas en las plazas y bloquea accesos… pero que, curiosam