Un juez federal ha dictado una orden que prohíbe la recepción de nuevos detenidos en el controvertido campo de detención conocido como "Alligator Alcatraz", ubicado en los Everglades de Florida. Esta decisión se produce tras una demanda presentada por grupos ambientalistas y una tribu nativa americana, quienes expresaron su preocupación por el impacto ambiental de la instalación en esta zona sensible.

La jueza Kathleen Williams ha ordenado que se detenga el traslado de más detenidos al campo, permitiendo únicamente que permanezcan aquellos que ya se encuentran allí. Además, la orden judicial exige la eliminación de la infraestructura adicional que se había instalado, incluyendo iluminación, cercas y generadores, en un plazo de 60 días.

"Alligator Alcatraz" ha sido objeto de críticas desde su creación. Legisladores que visitaron el lugar han descrito condiciones inhumanas, con inmigrantes confinados en jaulas bajo un calor extremo, infestaciones de insectos y escasez de alimentos. La confusión sobre quién es responsable de la gestión del campo ha generado inquietudes sobre la rendición de cuentas. Florida sostiene que opera la instalación bajo acuerdos con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), mientras que funcionarios federales afirman que el estado tiene el control de las operaciones diarias.

El campo de detención, construido rápidamente sobre una pista de aterrizaje, se encuentra a poco más de una hora en coche de Miami y está rodeado por el Parque Nacional Everglades y la Reserva Nacional Big Cypress. La Tribu Miccosukee de Indios de Florida es uno de los demandantes en este caso, que se suma a otra demanda que busca garantizar el acceso legal para los detenidos.

La directora ejecutiva de Amigos de los Everglades, Eve Samples, destacó que su organización se opone a la construcción de este campo desde 1969. La situación en "Alligator Alcatraz" sigue siendo un tema candente, y se espera que la decisión del juez tenga un impacto significativo en el futuro de la instalación.