De las encuestas se dicen muchas cosas.
Que son una fotografía del momento, lo que implica que sus resultados pueden cambiar de un día para otro, de una semana a otra y así.
Que quien aparece encabezando las preferencias es el que pagó la encuesta.
Que si se publican, son una herramienta de propaganda, porque las que contienen resultados más apegados a la realidad, no salen de los war rooms donde se toman las decisiones, pero no se publican. A menos, obvio, que tales resultados favorezcan a quien la mandó hacer.
Todo esto ha contribuido a demeritar esta clase de ejercicios demoscópicos que, sin embargo, siguen elaborándose y publicándose.
Rescato para esta entrega la más reciente de Demoscopia Digital, relativa a las proyecciones rumbo a la elección de gobernador(a) en 2027 porque me