Elementos de la Coordinación de Protección Animal del Gobierno Municipal atendió denuncias sobre la operación de este lugar.
Al acudir a una inspección, confirmaron que en el interior de las instalaciones se incineraba a animales muertos.
Entrevistaron a los encargados que no pudieron acreditar los permisos necesarios para su operación.
El crematorio se encontraba al fondo de las instalaciones de la Central de Abastos.
Las instalaciones fueron clausuradas por parte de la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología bajo el acta 24048.
Además elementos de la Fiscalía acudieron para recabar información sobre el establecimiento e iniciar con una investigación.