En la noche del jueves se declaró en s’Albufera de Mallorca un incendio, a todas luces intencionado, que disparó las alarmas porque en poco tiempo se extendió por una amplia zona agrícola y forestal. La rápida respuesta de los equipos de emergencia, que se volcaron en la contención del fuego, permitió que ya de madrugada el siniestro fuera controlado y, después, extinguido. Sin embargo, a nadie se le escapa que ya son demasiados los incendios provocados en aquella área natural protegida. La sombra de unos pirómanos que actúan movidos por distintos objetivos –incluso el de un hipotético cambio de uso del suelo– es perturbadora, en unos momentos en los que más de cincuenta efectivos de Mallorca están luchando en León y otros lugares de la Península contra una cadena de incendios que han deva

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