Michael Boulos era un aspirante a empresario con pocos años de haberse graduado de la universidad cuando en enero de 2021 se arrodilló en el Jardín de Rosas de la Casa Blanca y le pidió matrimonio a Tiffany Trump, la hija del presidente Donald Trump.

Ella dijo “sí” y, casi inmediatamente, Boulos, su familia y sus asociados ya estaban cosechando los beneficios económicos de su proximidad a su futura familia política.

El primer negocio fue un asunto familiar. Boulos, que trabajaba para la empresa internacional de corretaje de yates de su primo, vendió a su futuro cuñado Jared Kushner una inversión en un superyate de alrededor de 50 metros. Sin que Kushner lo supiera, la empresa le cobró de más e intentó ocultarle el precio real, según muestran mensajes de texto de aquellos días. La cantida

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