La historieta que descorre el telón de esta columnejilla se relataba hace años.
En la mesa de cierto restorán se hallaban tres comensales: un japonés, un alemán y un mexicano. De pronto el nipón se puso frente a la boca el dedo pulgar de la mano derecha y comenzó a hablar. Le preguntaron los otros: “¿Qué haces?”. “Hablo con un amigo —respondió el oriental—. Nuestra tecnología está tan avanzada que llevamos el teléfono en la uña del dedo”. Poco después el alemán empezó a hablar como si estuviera solo. Los otros le preguntaron: “¿Qué haces?”. Contestó el germano: “Estoy hablando con mi esposa. Nuestra tecnología está tan avanzada que llevamos el teléfono en la parte interior de uno de nuestros dientes incisivos”. Pasó un rato, y de repente el mexicano se inclinó en su asiento, de modo que q