Cada vez es más común encontrarse con un código QR en restaurantes, comercios o espacios públicos. Estos pequeños cuadrados en blanco y negro ofrecen acceso rápido a menús, portales web, redes wifi, aplicaciones o pagos digitales. Sin embargo, su popularidad también ha abierto la puerta a nuevas modalidades de ciberataque .
Un código QR (Quick Response code) es, en esencia, un código de barras bidimensional que almacena información en una cuadrícula de píxeles. Basta con escanearlo con la cámara de un dispositivo móvil para ser redirigido a una URL, descargar documentos, verificar datos de inicio de sesión o realizar transacciones.
De acuerdo con la firma de ciberseguridad Kaspersky, aunque esta tecnología es práctica y versátil, también puede ser aprovechada por ciberdelincuentes para