
Cantabria es mucho más que costa salvaje y verdes montañas. Bajo su superficie se esconde un mundo subterráneo de belleza y valor inigualables. Con más de 6.500 cavidades registradas , esta región del norte de España alberga una de las mayores concentraciones de cuevas de Europa. En sus profundidades, el tiempo se detuvo hace miles de años, dejando testimonio del paso del ser humano, de su arte y sus creencias.
Algunas de estas cuevas están decoradas con pinturas rupestres paleolíticas reconocidas por la UNESCO , mientras que otras impresionan por sus formaciones geológicas únicas o por conservar yacimientos arqueológicos intactos. La visita a una cueva cántabra es, en muchos casos, un viaje al corazón de la historia de la humanidad.
A continuación, una selección de las más destacadas:
1. Cueva de Altamira (Santillana del Mar)
Conocida mundialmente como la "Capilla Sixtina del arte rupestre" , Altamira fue la primera cueva con arte prehistórico descubierta en Europa. Sus bisontes policromados, de más de 14.000 años de antigüedad, marcaron un hito en la historia del arte. El acceso a la cueva original está muy restringido, pero una reproducción fiel se puede visitar en el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira , junto a una exposición arqueológica.
2. Cueva El Soplao (Valdáliga - Herrerías)
Descubierta en el siglo XX, El Soplao es un prodigio geológico. Sus estalactitas excéntricas , que crecen en todas direcciones, la convierten en un lugar único en el mundo. La visita, muy bien organizada, permite elegir entre la experiencia turística tradicional o la aventura espeleológica , más inmersiva. Es una de las cuevas más visitadas del norte de España.
3. Cueva de Chufín (Rionansa)
En el entorno natural del embalse de Palombera, Chufín guarda pinturas rojas y grabados paleolíticos datados en el Solutrense (hace unos 18.000 años). Su entorno, casi intacto, le da un aire mágico. Por su valor histórico y artístico, está incluida en la lista de cuevas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO .
4. Cueva de Covalanas (Ramales de la Victoria)
Conocida como la cueva de las ciervas rojas , Covalanas es uno de los ejemplos más refinados del arte rupestre de Cantabria. Los animales están representados con una técnica de puntos, que resalta sus contornos y dinamismo. Las visitas se realizan en grupos reducidos, en un ambiente respetuoso y silencioso.
5. Cueva del Pendo (Escobedo de Camargo)
Famosa por su enorme friso de arte rupestre de más de 20 metros, donde destacan figuras de ciervos y otros animales. Además, alberga restos de ocupación humana que abarcan desde el Paleolítico Medio hasta la Edad del Bronce. Su acceso está adaptado y cuenta con un sistema de iluminación no invasivo.
6. Cueva de Hornos de la Peña (San Felices de Buelna)
Esta cueva combina arte y arqueología en un entorno muy bien conservado. En su interior hay grabados de animales realizados sobre la pared caliza, algunos de ellos de gran tamaño y detalle. Es una de las pocas cuevas que permite ver de cerca los grabados originales con luz natural.
7. Cueva de La Garma (Ribamontán al Monte)
No abierta al público general, La Garma es uno de los yacimientos arqueológicos más valiosos de Europa. En su interior se han conservado estructuras domésticas, herramientas y arte rupestre en su contexto original. Solo accesible para investigadores, ha sido calificada como una cápsula del tiempo paleolítica .
8. Cueva de Cullalvera (Ramales de la Victoria)
De gran tamaño y fácil acceso, Cullalvera ofrece una visita con medios audiovisuales que explican su formación y su arte prehistórico. Aunque las zonas con pinturas no son accesibles, la experiencia es inmersiva y adecuada para todos los públicos. Su espectacular entrada natural impresiona desde el primer momento
Las cuevas de Cantabria no son solo un recurso turístico: son testigos de la evolución humana , verdaderos santuarios naturales y artísticos que merecen protección y admiración. Explorar sus galerías es sumergirse en un viaje a lo más profundo de nuestra historia, al mismo tiempo que se disfruta de paisajes geológicos únicos. Ya sea por su valor cultural, su belleza natural o su interés científico, el mundo subterráneo cántabro continúa fascinando a generaciones de visitantes y estudiosos.