Imagina esto: estás en la consulta del médico con dolor de garganta. La enfermera te pregunta: “¿Alguna alergia?” Y sin dudarlo respondes: “A la penicilina”. Es algo que llevas diciendo desde hace años, quizá desde pequeño, tal vez porque te lo dijeron tus padres. La enfermera asiente, toma nota y continúa.
Pero aquí está el detalle: es muy probable que no seas alérgico a la penicilina. Entre el 10% y el 20% de los estadounidenses afirman tener alergia a este antibiótico, pero menos del 1% realmente la padece.
La profesora clínica asociada de farmacia especializada en enfermedades infecciosas, Elizabeth W. Covington, te explica el estudio sobre las alergias a los antibióticos y medicamentos, incluidos los métodos para determinar si una persona es verdaderamente alérgica a la penicilina.