Euskadi ha sido durante el periodo estival un oasis de “relativa tranquilidad” , admite el lehendakari Imanol Pradales, frente a un “orden internacional crecientemente convulso e inestable” y a un panorama en el Estado español que “dista también de ser esperanzador”. Bien es cierto que en la CAV se ha reproducido la cíclica controversia en torno a las reivindicaciones en favor de los presos de ETA en las fiestas de pueblos y ciudades, y se han producido altercados e insultos contra la Ertzaintza y el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria.

Pero Pradales, en un artículo publicado hoy en Linkedin con motivo del inicio del curso político , sitúa al Gobierno vasco como dique de contención frente a “los vientos que sacuden el devenir de un mundo a cuyo destino estamos unidos”. Llama por

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