Sergio Omar Vilches, subcomisario de la Policía de Mendoza, había obtenido en junio último el beneficio de cumplir prisión domiciliaria mientras avanzaba la causa en su contra por violencia de género y abuso sexual. Sin embargo, este viernes su situación dio un giro inesperado.
El oficial debía trasladarse desde su domicilio hasta la fiscalía de San Martín para notificarse de que el expediente sería elevado a juicio oral. Ese permiso estaba autorizado. Lo que no estaba permitido era detenerse en el camino.
Lo reconocieron tomando un café en un bar
Antes de ingresar al edificio judicial, Vilches decidió parar en un café del centro de San Martín, a apenas una cuadra de la fiscalía. Allí fue reconocido por testigos, quienes lo fotografiaron y dieron aviso a las autoridades.
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