Por Ericka Contreras Pérez

Ángeles lleva el destino en su nombre; en una cabina iluminada por pantallas, responde voces desesperadas que piden ayuda. Es operadora del 911 en el C5i y conoce de memoria el protocolo para salvar vidas. La paradoja es que, mientras auxilia a desconocidas en peligro, nadie acude con la misma urgencia a salvar su vínculo con su hijo. Pocos saben que ella misma está librando una batalla por mantener unida a su familia.

Al conocer mi situación y, en confianza, relatarme la suya, me confesó: —Sé que lo mío es más complicado, pero no imposible. Más aún siendo servidora pública… y de eso se agarra el “pero”. ¿Te imaginas estar en la línea de emergencia, apoyando a mujeres violentadas cada día? Ahora las entiendo más, porque ser mujer y servidora pública tambié

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