Kevin Alexis Patarroyo Acevedo, un joven de 19 años, fue liberado tras seis meses de secuestro en Norte de Santander. La Defensoría del Pueblo confirmó su liberación, que tuvo lugar el 1 de marzo de 2025, en la finca avícola El Molino, situada entre Ocaña y Ábrego. Se sospecha que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) es responsable del secuestro, aunque no se descarta la participación de otros grupos criminales en la zona.

Durante su cautiverio, la familia de Patarroyo no recibió ninguna comunicación de los captores ni exigencias económicas. Ana Belén Patarroyo, madre del joven, expresó su angustia en los medios, pidiendo ayuda al Gobierno y a organismos humanitarios. "Desde ese día nuestras vidas cambiaron para siempre. No tengo paz en mi corazón", declaró en una entrevista.

La Defensoría del Pueblo, junto con la Iglesia católica, trabajó para facilitar su liberación. En un mensaje en redes sociales, la Defensoría dio la bienvenida a Kevin y destacó que "ningún joven debería sufrir lo que él ha pasado". Se hizo un llamado a los actores armados para que excluyan a los jóvenes de la violencia y respeten su derecho a un futuro mejor.

Tras su liberación, se informó que Kevin se encuentra en buen estado de salud, aunque será evaluado en un centro médico para asegurar que no haya sufrido daños durante su cautiverio. La comunidad había estado activa en la búsqueda de su libertad, organizando caminatas y eventos para mantener la presión sobre los captores.

El caso de Kevin Patarroyo resalta la problemática del secuestro en Colombia, donde diversas organizaciones criminales operan en disputa por el control territorial. Su liberación es un alivio para su familia y la comunidad, que había estado en constante preocupación por su bienestar.