Incluso en un país que a lo largo de su historia ha sentido en incontables ocasiones el latigazo de la violencia, lo sucedido el jueves sacudió con particular fuerza a la opinión nacional. El motivo fue, además de la lamentable pérdida de tantas vidas, la impresión de que Colombia está volviendo sobre sus pasos y se expone a recorrer de nuevo una senda que, hasta hace algún tiempo, pareció haber quedado atrás para siempre.
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Las sobrecogedoras escenas de muerte y destrucción acabaron plenamente con la quimera de una paz total que nunca sucedió, la misma que en 2022 fue planteada como el gran objetivo de Gustavo Petro. A decir verdad, el escepticismo sobre cualquier logro venía en aumento desde hace meses , junto con la p