En medio del escándalo por los audios que denuncian una presunta trama de corrupción que salpica a su hermana Karina, el presidente Javier Milei modificó drásticamente su estrategia de comunicación en redes sociales, silenciando la habitual "batalla cultural" y reduciendo al mínimo su exposición.

El cambio de comportamiento fue notorio a partir del viernes 22 de agosto, día en que se intensificó la polémica por las grabaciones del exfuncionario Diego Spagnuolo. Según datos de monitoreo de su actividad, Milei estuvo conectado a X solo 39 minutos, una cifra que contrasta con su promedio de varias horas diarias a lo largo de todo el año.

Durante esa jornada, el mandatario se limitó a realizar 38 retweets y no emitió ningún tuit de su autoría, evitando por completo referirse al escándalo que

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