Una simple llamada desde un número con prefijo de Estados Unidos permitió que una mujer en España perdiera en minutos el control de su cuenta de WhatsApp. La interlocutora, haciéndose pasar por parte del soporte técnico de la aplicación, alertó sobre un supuesto acceso no autorizado y solicitó un código de seis dígitos.

La víctima, al entregar ese código, facilitó sin saberlo el acceso total a su perfil, situación que derivó en acciones de suplantación de identidad y contacto fraudulento a sus allegados.

Este caso documentado por el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE), muestra la sofisticación con la que operan los ciberdelincuentes con el objetivo de cometer múltiples fraudes sin dejar rastro.

Cómo actúan los ciberdelincuentes para secuestrar una cuenta de WhatsA

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