El registro del domicilio y oficina del exasesor de Trump convertido en su crítico ilustró cómo la campaña de venganza del presidente ha erosionado el principio de que las fuerzas del orden deben mantener una distancia de la política.
Cuando el viernes por la mañana unos agentes federales se presentaron con una orden de registro en la casa de John R. Bolton , a las afueras de Washington, se convirtió en ejemplo de uno de los poderes más intimidatorios del gobierno , en este caso desplegado contra un destacado crítico del presidente Donald Trump .
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