El Gobierno y la Fiscalía han expresado su preocupación por el papel del alcalde de Curacaví, Christian Hernández, en la detención de un sospechoso del asesinato del ingeniero Michael Peñaloza, ocurrido el pasado martes. El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, enfatizó que "los municipios tienen labores preventivas. No tienen labores ni policiales y menos aún investigativas".
Cordero subrayó que las instituciones policiales y el sistema de justicia penal tienen competencias específicas y que es fundamental permitir que estas entidades realicen su trabajo conforme a la ley. En este contexto, el alcalde Hernández confirmó que uno de los sospechosos se entregó voluntariamente a las autoridades tras confesar su participación en el crimen.
La investigación continúa, y aún quedan dos individuos por capturar. Según la información proporcionada por la Policía de Investigaciones (PDI), los otros dos sospechosos fueron identificados y detenidos en las últimas horas. El prefecto Marco Ramírez, jefe Nacional contra Robos y Focos Criminales de la PDI, indicó que los tres detenidos son chilenos, con edades de 28, 24 y 18 años, y tienen antecedentes por delitos como amenazas e infracción a la ley de drogas.
Hernández relató que los equipos municipales realizaron un empadronamiento en ciertos barrios para recopilar información sobre el crimen. "Dada la presión en la comunidad, el detenido contactó a parte del equipo municipal para confesar su participación y expresar su intención de entregarse", explicó el alcalde.
El alcalde se trasladó personalmente al domicilio del sospechoso para garantizar que no se arrepintiera de su decisión. Posteriormente, se dirigieron juntos a la 63° Comisaría de Carabineros de Curacaví, donde se inició el procedimiento para poner al detenido a disposición de la PDI.