Invitado a participar del Centro de Comunicación de Prensa Internacional de China (CIPCC), Página/12 viajó 19 mil kilómetros para conocer una de las ciudades más antiguas del mundo y un centro neurálgico del desarrollo tecnológico.

Desde Beijing

Solo quince minutos de caminata separan a la Ciudad Perdida -emblemática residencia de la china imperial- de un luminoso local de Apple Store, ubicado en el centro comercial de Wangfujing. En Beijing, hay lugar para todo. Autos de Tesla, BMW y Audi se cruzan con motos eléctricas y bicicletas pequeñas por las inmediaciones del Zhongnanhai, la oficina central del Partido Comunista. Visitar la ciudad es un golpe al prejuicio, pero también al ego. La escala humana se ubica en un tercer o cuarto plano frente a la inmensidad de sus edificios, parques,

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