Por Fernando Garzón
@fergarzon
En Colombia, la educación no presencial dejó de ser vista como una simple alternativa y pasó a consolidarse como un derecho respaldado por la ley.
La entrada en vigor del Decreto 1075 del Ministerio de Educación marca un antes y un después: reconoce que miles de estudiantes no pueden acceder a las aulas tradicionales y que la tecnología es la herramienta que les permite ejercer su derecho a aprender.
Durante años, familias, rectores y colectivos defendieron en tribunales y tutelas la necesidad de una regulación que validara la educación virtual.
Hoy, gracias a esta norma, los colegios pueden implementar plataformas y herramientas digitales para garantizar que los niños y jóvenes, sin importar su lugar de residencia, condición de salud o situación socioec