
El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, aseguró el domingo que su país ha “destruido” el palacio presidencial de los hutíes en Yemen durante sus ataques contra Saná, la capital yemení. Los rebeldes hutíes, por su parte, han confirmado este lunes la muerte de seis personas y 86 heridos, 21 de ellos en estado crítico, por los bombardeos.
“Las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) han destruido el palacio presidencial hutí en Yemen y atacado depósitos de combustible y plantas eléctricas”, dijo en un comunicado conjunto con el primer ministro, Benjamín Netanyahu.
Por su parte, el mandatario israelí dijo que el grupo proiraní está “aprendiendo a las malas” las consecuencias de sus ataques contra Israel. “A quien nos ataca, lo atacamos. A quienquiera que planea atacarnos, lo atacamos. Creo que toda la región se está enterando de lo fuertes que son las manos y la determinación del Estado de Israel”, dijo Netanyahu, en declaraciones compartidas por su oficina.
El portavoz del Ministerio de Sanidad de los hutíes, Anees al Asbahi, ha señalado en su cuenta de X que entre los heridos se encuentran siete niños y tres mujeres, lo que calificó de “un crimen que se suma al historial de la entidad sionista enemiga de violaciones sistemáticas cometidas” contra “objetivos civiles”.
El funcionario insurgente ha denunciado que Israel “atacó directamente a civiles y causó víctimas, además de destruir instalaciones civiles que no tenían conexión con objetivos militares”, tal y como alegó el Ejército israelí tras la oleada de bombardeos del domingo.
La oficina del primer ministro israelí publicó imágenes de Netanyahu y del ministro de Defensa junto al jefe del Estado Mayor del Ejército, Eyal Zamir, en la sede del Ministerio de Defensa en Tel Aviv, monitorizando los bombardeos contra Yemen.
Según el Ejército israelí, los ataques estuvieron dirigidos contra el complejo militar en el que se ubica el palacio presidencial, dos plantas eléctricas y un almacén de combustible en Saná.
Los rebeldes hutíes del Yemen lanzan frecuentemente misiles balísticos y drones contra Israel, aunque la gran mayoría son interceptados, y justifican sus ataques asegurando que son en solidaridad con los palestinos y la masacre que sufre la Franja de Gaza.
Los enfrentamientos comenzaron tras el inicio de la guerra en Gaza, después de los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, y se han mantenido desde entonces pese al alto el fuego entre los hutíes y Estados Unidos, principal aliado de Israel, que entró en vigor en mayo de este año.
“Condenamos y denunciamos el silencio de la comunidad internacional y de Naciones Unidas ante los crímenes de la ocupación, que han afectado a los pueblos de nuestra nación árabe e islámica, y su violación del derecho internacional humanitario y su incumplimiento de todos los pactos”, ha señalado Al Asbahi.