Washington. - Durante el primer mandato del presidente Donald Trump en la Casa Blanca, extremistas de derecha como los Proud Boys salían a la calle, cada fin de semana, para alzar la voz —y a menudo los puños— sobre cuestiones como la migración, la represión del discurso conservador y la retirada de las estatuas de la época confederada.

Pero en los primeros siete meses del segundo mandato de Trump, ha habido una llamativa ausencia de manifestaciones de extrema derecha. Y eso, dicen algunos líderes del movimiento, se debe a que el presidente ha adoptado efectivamente su programa político.

“Las cosas que hacíamos y de las que hablábamos en 2017 y que eran tabú, ya no lo son: ahora son la corriente dominante”, dijo Enrique Tarrio, presidente de los Proud Boys, quien participó en muchas de

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