El presidente Donald Trump defendió el despliegue de la Guardia Nacional en Washington y sus amenazas de enviar tropas a otras ciudades ante las acusaciones de autoritarismo.

“No soy un dictador”, afirmó, tras varios días de operativos que han incrementado la presencia militar en la capital. “Washington se está yendo al infierno y tenemos que detenerlo”, agregó.

“Lo importante es el objetivo”

Trump aludió a que sus detractores “no han entendido el punto”: lo relevante —dijo— es “mejorar las condiciones”, y el modo de perseguir ese objetivo “es menos importante que el objetivo en sí”.

En otra réplica a la prensa, el mandatario ironizó sobre quienes se oponen a los despliegues.

“Dicen: ‘No lo necesitamos. Libertad. Libertad. Es un dictador’”. Y añadió: “Mucha gente dice que quizá n

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