Los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump están elevando gradualmente los costos para los consumidores estadounidenses. Aunque Trump sostiene que los países extranjeros y las empresas del exterior asumen el costo, la realidad muestra que son los consumidores y empresas de EE.UU. quienes están pagando la cuenta. En una reciente publicación en su red social, Trump afirmó que los aranceles no han causado inflación y que los consumidores no están asumiendo estos costos. Sin embargo, no presentó evidencia que respalde sus afirmaciones.

Los datos económicos y la investigación académica indican que los consumidores estadounidenses están enfrentando costos más altos debido a los aranceles. Se prevé que esta carga aumente en los próximos meses y años, a medida que se implementen más aranceles y se profundicen en las cadenas de suministro. Los precios de importación han permanecido estables, con un aumento del 0,5 % desde las elecciones de noviembre y un 0,2 % desde marzo, lo que sugiere que los exportadores no están absorbiendo los costos como se esperaba.

Los economistas de Pantheon Macroeconomics han señalado que, a pesar de la caída en las importaciones, los precios de importación se han mantenido resistentes. Olu Sonola, de Fitch Ratings, comentó que los importadores están asumiendo los costos, y que la pregunta es quién los trasladará: fabricantes, minoristas o pequeñas empresas. Hasta junio, los consumidores habían absorbido el 22 % de los costos de los aranceles, pero se espera que esa cifra aumente al 67 % para octubre, según Goldman Sachs.

Los economistas de Goldman Sachs anticipan que aproximadamente el 70 % de los costos directos de los aranceles recaerán en los consumidores, y que podría llegar al 100 % si se consideran los efectos indirectos de los aumentos de precios por parte de productores nacionales. Las empresas han estado llenando sus almacenes con productos adquiridos antes de la implementación de los aranceles, lo que ha mitigado el impacto inmediato en los precios al consumidor.

A pesar de la moderada inflación actual, se han reportado aumentos en el costo de importaciones esenciales, como mobiliario, ropa de cama y artículos deportivos. Un estudio reciente del profesor Alberto Cavallo de Harvard Business School indica que los bienes importados cuestan un 5 % más de lo que se esperaba antes de los aranceles. Cavallo prevé que los consumidores pagarán una parte significativa de los aranceles en el futuro, aunque los efectos no sean inmediatos.

Investigaciones del Banco de la Reserva Federal de Atlanta muestran que las empresas anticipan aumentos de precios, con expectativas de un incremento del 2,5 % para finales de 2024. Sin embargo, se prevé que estos aumentos sean graduales y prolongados, lo que podría generar presiones inflacionarias similares a las observadas durante la pandemia. La preocupación radica en si las presiones sobre los precios se extenderán más allá de los productos directamente afectados por los aranceles.