Un agente de la Policía terminó convirtiéndose en uno más dentro de la banda de ladrones de carros conocida como ‘Los Platinos’, que durante meses sembró zozobra en Bogotá con robos meticulosamente planeados.

La operación, que hoy es recordada como una de las más arriesgadas, solo fue posible porque este uniformado decidió dar un paso al vacío: infiltrarse en el corazón mismo del grupo delictivo y convivir con ellos como si fuera parte de la organización.

¿Cómo identificaron a la banda para poderse infiltrar en ella?

Todo comenzó tras el análisis minucioso de un conjunto de denuncias presentadas por ciudadanos que habían sido víctimas de hurto de automotores.

Los investigadores notaron una correlación clara: en varios casos se utilizaban vehículos con características similares par

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