Obviamente una cosa es decir no estoy de acuerdo, a decir no coincido en nada. Ominoso deslinde especialmente si proviene de la presidencia de la República, donde –al menos en la forma con o sin fondo— se controla el partido en el poder, sea o no una sucursal de Palenque.
Lo anterior tiene un motivo: la presidenta (con A), ha dejado a Gerardo Fernández Noroña solo con sus diagnósticos, pronósticos y profecías sobre el inevitable desgajamiento en Morena, a pocos días de verlo regresar a un escaño sin relevancia. Uno más bajo la coordinación de Adán Augusto López, quien a pesar de todo el “fuego amigo”, mantiene la divina protección.
Fernández Noroña, como parte de su exposición circular antes de dejar la presidencia de la mesa directiva de la Cámara de Senadores, cargo en el cual se desem