La subvariante XFC de Ómicron de COVID-19 , popularmente llamada “ Frankenstein ” o Stratus, comenzó a ganar protagonismo desde que fue detectada en enero en Asia. Con el correr de los meses se convirtió en un indicador de la forma en que el virus sigue evolucionando.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente representa el 60% de los casos globales, y un síntoma puntual marca la diferencia con respecto a otras cepas conocidas: la y la ronquera que genera en quienes se infectan. Estos signos clínicos se han vuelto especialmente relevantes en un contexto en que los testeos masivos ya no se realizan con frecuencia, y los diagnósticos se basan principalmente en la observación clínica.

Los primeros casos confirmados en Argentina se detectaron en Córdoba , per

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