Cuando llega el verano y las noches se vuelven sofocantes, el aire acondicionado se convierte en el mejor aliado para conciliar el sueño. Sin embargo, no siempre usarlo de la manera correcta garantiza descanso: ponerlo demasiado frío puede ser contraproducente tanto para la salud como para la factura de la luz.
Es por ello, que especialistas en climatización , como los de Repsol, lo más recomiendan ajustar el aire acondicionado entre 24ºC y 26ºC (75ºF a 78ºF) durante la noche. Este rango resulta suficiente para mantener una habitación fresca , sin provocar un cambio brusco de temperatura que afecte al organismo.
Dormir con el aire en este punto ayuda a que el cuerpo regule su temperatura de forma natural, evitando despertares incómodos , dolores de garganta o resfriados.