Luego de una década de espera, la justicia finalmente se hizo presente en la Amazonía peruana. El último 25 de agosto, la Primera Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Ucayali ratificó la condena de 28 años y 3 meses de prisión efectiva contra los madereros ilegales Hugo Soria Flores, José Estrada Huayta, y los hermanos Segundo y Josimar Atachi Félix. Ellos fueron declarados culpables de los asesinatos de Edwin Chota Valera, Leoncio Quintisima Meléndez, Francisco Pinedo Ramírez y Jorge Ríos Pérez, líderes ashéninkas de la comunidad nativa Alto Tamaya-Saweto que se oponían a la tala ilegal en su territorio.
Por años, Chota, líder de la comunidad, denunció la presencia de la explotación maderera en su territorio e intentó conseguir la titulación de casi 80,000 hectár