La Marina de Guerra del Perú llevó a cabo un operativo exitoso en Tumbes, donde se interceptó la embarcación pesquera "Mantaro" por realizar pesca ilegal a solo 3.5 millas de la costa, cerca de Punta Malpelo. La intervención se realizó a las 04:30 horas del martes, cuando la embarcación fue sorprendida practicando pesca de arrastre, un método prohibido en esta zona debido a su impacto negativo en los ecosistemas marinos.
Durante el operativo, se encontraron cerca de 100 kilos de recursos hidrobiológicos capturados de manera ilegal. La tripulación de la "Mantaro" y los productos decomisados fueron entregados a las autoridades competentes, incluyendo la Policía Nacional del Perú, la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental y el Ministerio de la Producción (Produce).
La pesca de arrastre es considerada una de las prácticas más dañinas para el mar peruano. Este método implica el uso de grandes redes que arrastran el fondo marino, capturando indiscriminadamente diversas especies, sin distinción de tamaño o madurez. Especialistas del sector pesquero advierten que esta práctica puede tener efectos devastadores, como la destrucción de hábitats marinos, la captura de fauna juvenil y la alteración de la cadena alimenticia.
La Marina de Guerra del Perú ha enfatizado que estas actividades ilegales no solo afectan la biodiversidad marina, sino que también perjudican a las comunidades costeras que dependen de la pesca artesanal como su principal fuente de ingresos y alimentación.
Tras la intervención, la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental evaluará las responsabilidades penales, mientras que el Ministerio de la Producción determinará las sanciones administrativas correspondientes. Las sanciones por realizar pesca de arrastre en zonas prohibidas pueden incluir multas económicas significativas, inmovilización o confiscación de embarcaciones y procesos judiciales en caso de reincidencia.
El Perú enfrenta un desafío constante con la pesca ilegal, que representa pérdidas millonarias anuales y compromete la seguridad alimentaria de millones de personas. En regiones como Tumbes y Piura, la presión sobre el ecosistema marino se ha intensificado debido al uso de métodos prohibidos y la incursión de embarcaciones extranjeras que operan sin permisos.