La muy pobre puesta en escena de Newell's en el clásico, la falta de ambiciones y, sobre todo, la ausencia de jugadores formados en la cantera en ese duelo, fueron síntomas evidentes de un proceso de deterioro que no se detiene . Son manifestaciones dolorosas, irrefutables, de una caída que no encuentra piso y que continúa profundizando y mezclando sus problemas, que lo fueron alejando cada vez más de su senda original, del protagonismo y de su esencia.

La Lepra hace 10 años que no pelea un torneo hasta el final, y el sábado pasado, en la edición número 280º del clásico rosarino, por primera vez en la historia no presentó a ningún futbolista surgido de sus divisiones inferiores, que en tiempos no muy lejanos fueron consideradas las mejores del país.

La tradicional fábrica de jugad

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