Luiz Inácio Lula da Silva no se va a quedar de brazos cruzados mientras Donald Trump trata de asfixiar a 212 millones de brasileños y a la mayor economía sudamericana con los aranceles más altos del mundo (50%), en venganza porque cinco jueces investigan por golpista al expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro. El gobierno progresista brasileño ha puesto en marcha una batería de medidas para contrarrestar el chantaje del mandatario republicano.
La más urgente salió publicada este martes en el Diario Oficial: la compra directa por parte del gobierno de una lista de productos alimenticios en origen destinados al mercado estadounidense, pero que los aranceles hacen que sean inviables a la mayoría de consumidores.
¿A dónde irán destinados los alimentos?
En principio, las compras gubernam