La era digital ha generado, casi sin que muchos lo noten, una fuerte dependencia hacia los teléfonos celulares. Cada vez más personas han volcado sus actividades diarias en estos pequeños dispositivos, que originalmente fueron diseñados para mejorar la comunicación, pero que hoy cumplen funciones que van mucho más allá: sirven como herramienta de trabajo, entretenimiento, acceso a información, reuniones virtuales, entre muchas otras.
Por esta razón, para algunos resulta impensable estar sin su móvil, especialmente porque en él almacenan una gran cantidad de datos personales y laborales. De esta dependencia ha surgido una práctica muy común: el uso del celular en el baño.
Esta conducta, aunque generalizada, no está exenta de riesgos. Muchas personas utilizan el dispositivo como una fo