Tras cinco partidos sin gol ni asistencia —su energía drenada por una temporada interminable y una pretemporada truncada— Vinícius Júnior despertó en Oviedo. Suplente por decisión del nuevo entrenador, Xabi Alonso, en un movimiento audaz, el brasileño entró, asistió un gol, marcó otro y le recordó al Real Madrid —y a un público hostil— lo que aún guarda en sus botas.
Una suplencia que cambió el ánimo… y el mensaje
Xabi Alonso no se tomó con calma su llegada al poder en Madrid. Dejó claro que el estatus ya no sería un escudo para nadie. Días después de responder preguntas sobre “intocables”, dejó a Vinícius en el banquillo: sin lesión, sin sobrecarga de minutos, solo decisión. En su lugar, Rodrygo inició en la banda izquierda, la predilecta del brasileño.
“Entró muy bien y fue decisivo”,