Una vez más, la cantante colombiana Shakira regresó con su “manada” mexicana al Estadio GNP este 26 de agosto. Y los hizo de una forma emblemática, pues varias sorpresas durante su show hicieron que esta primera fecha fuera, por demás, memorable.
Entre coreografías milimétricas y perfectamente ejecutadas junto a sus bailarines, un diseño visual formidable que inundó las enormes pantallas que alternó con interludios cinematográficos y un setlist que viajó desde sus inicios en la música hasta canciones más contemporáneas, la colombiana nos hizo sentir un derroche de emociones y de sensaciones en este primer encuentro.
El arranque, con “La fuerte” tras el preludio visual “Caloris”, marcó el tono: arreglos musculosos, transiciones sin respiro y una Shakira que canta, baila, cambia de tempo y