Un tribunal de San Francisco afronta uno de los casos más delicados en torno a la inteligencia artificial .

Los padres de Adam Raine , un joven de 16 años que se quitó la vida en abril, han demandado a OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT , acusándola de haber alentado, acompañado e instruido a su hijo en el camino hacia el suicidio .

La querella por homicidio sostiene que el chatbot, lejos de protegerlo, reforzó sus pensamientos más autodestructivos y le ofreció un “ manual paso a paso ” para acabar con su vida.

Adam, un estudiante con aspiraciones de convertirse en médico, empezó a interactuar con ChatGPT en septiembre de 2024.

Con el tiempo, el adolescente se fue alejando de su familia y de sus tres hermanos, mientras desarrollaba una relación cada vez más íntima con la a

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