El miércoles 27 de agosto de 1975 pasó de todo. El gobierno nombraba al general Jorge Rafael Videla comandante en jefe y se hablaba de la creación de una suerte de Secretaría de Seguridad que involucrase a todas las armas en la lucha contra el terrorismo.

Esa tarde los montoneros recordaron, con algunos días de retraso, el aniversario de los fusilamientos de Trelew, ocurridos en 1972, y el renunciamiento de Eva Perón, de 1951. Lo hicieron a su modo: el bar La Biela y la confitería Colony fueron atacados con bombas molotov, tampoco se salvaron el diario La Nación y diversas concesionarias de automóviles.

A la tarde, en Tucumán, el personal de gendarmería allí destacado que participaba del Operativo Independencia en Tafí del Valle, El Mallar y Amaicha del Valle, recibía la orden de pr

See Full Page