Aún hay una cosa peor que no saber cuándo volverás a jugar en tu estadio por no haber cumplido los plazos que se habían anunciado a bombo y platillo. Es tener una casa y, en vez de cuidarla para convertirla en un fortín, la descuides hasta el abandono. Lo primero le pasa al Barça . La segunda es la situación que vive el Rayo . Lo sufren sus aficionados, pero también los jugadores... visitantes y locales.
Los vallecanos, con Iñigo Pérez y antes con Iraola, tienen futbolistas con calidad y quieren jugar, con Isi a la cabeza. Hacerlo sobre ese césped, que se levanta, que está lleno de boquetes y con zonas con clapas, es de nota. El equipo tiene que entrenarse a diario ahí porque el de la ciudad deportiva es impracticable.
Como el árbitro no pudo revisar la entrada a Lamine Yamal, preval