Zedryk Raziel y Elia Castillo, en su reporte para el diario El País, apuntaron: Una bronca más propia de las calles vino a poner en duda los méritos de la política, la preeminencia de la palabra para resolver los conflictos. Al calor de la pelea del miércoles entre los senadores Alejandro Moreno, del PRI y Gerardo Fernández Noroña, de Morena, los analistas se apresuraron a estipular que el pleito desprestigiaba a partes iguales a ambos personajes y sus respectivos partidos.
Los videos que hay del momento permiten ver que Alito Moreno inició los contactos físicos —primero los toqueteos, luego los empujones y más tarde los golpes— y que persiguió al morenista intentando continuar la bronca.
El Congreso muchas veces se ha convertido en una arena donde los legisladores han llegado a las mano