Frente al despliegue de ocho buques de guerra y un submarino de propulsión nuclear a partir de esta semana en el mar Caribe, con las costas de Venezuela en la mira, el presidente, Nicolás Maduro, apostó por enfilar sus críticas y acusaciones contra el jefe del Departamento de Estado, Marco Rubio, a quien llamó “señor guerra” y acusó de querer “manchar de sangre” las manos del presidente, Donald Trump. Optó por colocar al jefe de la Casa Blanca en una perspectiva más conciliadora:

“No tengo animadversión con Trump. Él quiere la paz en el mundo. Si de veras quiere dejar eso como legado, nosotros (Venezuela) somos su único aliado”. Y añadió: “Él es un hombre inteligente. Sabrá qué hacer”.

El Palacio de Miraflores convocó esta mañana a una conferencia de prensa en la que, además de los perio

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