Planificar es cuantitativo. Aceptar es cualitativo. Intentamos gobernar nuestras vidas, pero la vida nos da sorpresas.

Nos proyectamos hacia el mañana con el bagaje del pasado, pero el futuro exige adoptar nuevas reglas y miradas. Protestamos un poco, porque no queremos ser expulsados del pasado, pero estamos sumergidos en la vida. Vivir es aceptar, ampliar nuestra mirada y respuesta ante lo que pasa.

Hay más realidad que la que hemos tenido hasta ahora y la vida nos espera, casi siempre, en lo inesperado. Lo que venga es nuevo. En ello nos vamos a desenvolver. Hay momentos en los que descubrimos nuevas facetas de nosotros mismos, que, aunque no siempre sean fáciles de inaugurar, amplían nuestro destino. Madurar es crecer en nuestro futuro.

Avanzar es descubrir y soltar. Para elevarse,

See Full Page