Pekín se convirtió en un escenario geopolítico complejo el 2 de septiembre, cuando Vladímir Putin, Robert Fico y Xi Jinping coincidieron en las conmemoraciones del fin de la Segunda Guerra Mundial en Asia. El presidente ruso se reunió con el primer ministro eslovaco, elogiando su política exterior “independiente” y la disposición de Bratislava a restablecer lazos económicos con Moscú pese a las sanciones de la UE.
Fico, el único líder de la UE presente, se comprometió a profundizar la cooperación energética, defendiendo el aumento de importaciones de gas ruso por TurkStream y la reanudación de visados para ciudadanos rusos. También prometió plantear a Volodímir Zelenski la “inadmisibilidad” de los ataques ucranianos contra gasoductos que abastecen a Eslovaquia y Hungría.
Putin, por su pa