LONDRES (AP) — Los países europeos están atrapados entre la espada y la pared, al tiempo que una coalición de países se reúne en París el jueves para discutir las garantías de seguridad para Ucrania una vez que concluya la guerra.

La guerra continúa sin un alto el fuego a la vista, y la cuestión crucial sobre cuánto se implicará Estados Unidos en asegurar el futuro de Ucrania sigue sin resolverse.

Durante meses, la llamada "coalición de los dispuestos" se ha estado reuniendo para abordar la ayuda a Ucrania, incluyendo la elaboración de planes de apoyo militar en caso de un alto el fuego para disuadir futuras agresiones rusas.

Los líderes de la coalición —el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro británico Keir Starmer— han insistido en que cualquier fuerza europea de "alivio" en Ucrania necesita el respaldo de Estados Unidos. Pero aunque el presidente estadounidense Donald Trump ha insinuado que su país estará involucrado, ha dejado de pedir un alto el fuego en Ucrania y no ha implementado sanciones severas adicionales para castigar a Moscú.

Si bien Trump dijo estar "decepcionado" con el presidente ruso Vladímir Putin y emitió varias amenazas para intentar persuadirlo de negociar un fin a las hostilidades, ninguna ha funcionado. En una reunión con Putin en Alaska en agosto, Trump no logró persuadir al mandatario ruso de detener los combates y aún no ha conseguido mediar conversaciones entre Putin y el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy.

Aunque Trump y mandatarios europeos se reunieron en Washington después de la cumbre de Alaska —y los jefes militares de Estados Unidos, Europa y la OTAN mantuvieron conversaciones sobre el apoyo a Ucrania— han surgido pocos detalles concretos sobre las garantías de seguridad para disuadir a Moscú de un conflicto futuro.

Antiguos generales militares y expertos sugieren que Europa está en un aprieto al desconocer el nivel de apoyo que Estados Unidos está dispuesto a proporcionar a la coalición, la naturaleza de cualquier alto el fuego o si Estados Unidos cumplirá con los compromisos asumidos. Tampoco está claro si Putin aceptará un cese de hostilidades, algo que las autoridades rusas han descartado invariablemente.

"Hablar sobre planificación operativa detallada cuando en realidad no se tiene una misión es, francamente, imposible", resaltó Ed Arnold, experto en Seguridad Europea en el Royal United Services Institute en Londres y explanificador militar.

La "coalición de los dispuestos" es un término amplio para unas 30 naciones que apoyan a Ucrania, pero la llamada "fuerza de alivio" que proporcionará garantías de seguridad a Kiev es un subconjunto de ese grupo.

Macron dijo el jueves que 26 de esos países —incluidos el Reino Unido y Francia— se han comprometido a desplegar tropas como parte de esa fuerza una vez que haya un alto el fuego para disuadir a Putin de atacar nuevamente.

No hay "ninguna sugerencia" de que se desplegarán tropas sin un alto el fuego porque es demasiado arriesgado, comentó François Heisbourg, asesor especial en la Fundación para la Investigación Estratégica en París.

A pesar de que Zelenskyy ha señalado su disposición a hablar, en este momento no hay un acuerdo de alto el fuego sobre la mesa, en gran parte debido a las posiciones de los presidentes de Estados Unidos y Rusia.

En su reunión del 18 de agosto con gobernantes europeos en la Casa Blanca —tres días después de reunirse con Putin— Trump rebajó sus demandas previas de un alto el fuego en Ucrania y dijo que pensaba que un acuerdo de paz era preferible.

Los comentarios marcaron un cambio de parecer de Trump hacia la posición rusa y permitirán a Moscú seguir combatiendo en Ucrania al tiempo que las negociaciones de paz están en marcha.

El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, sugirió más tarde que el fin de las hostilidades estaba aún más lejos, afirmando que Moscú no aceptará la firma de Zelenskyy en ningún acuerdo de paz ya que Rusia lo considera un presidente ilegítimo.

"Si Putin no quiere un alto el fuego —y si Trump no pide un alto el fuego— ¿cuáles son las posibilidades de que ocurra un alto el fuego?", preguntó Heisbourg.

Incluso si se implementara un alto el fuego o un acuerdo de paz para Ucrania, no está claro que fuera un disuasivo suficiente para Putin y será "muy, muy arriesgado" para las naciones europeas, subrayó Arnold en RUSI.

Una operación de esa clase depende de que Estados Unidos proporcione apoyo de inteligencia y el efecto disuasorio de la potencia aérea estadounidense en países fuera de Ucrania.

Los deseos occidentales de potencialmente derribar misiles rusos que violen un alto el fuego o atacar lanzadores que los disparen desde dentro de Rusia son "cercanos a cero", dijo Heisbourg.

Cualquier respuesta a una violación del alto el fuego, agregó, probablemente dependerá de "cuántos soldados occidentales habrían matado realmente los rusos... y nadie quiere pensar demasiado en eso por adelantado".

En marzo, Starmer declaró ante los aliados que una fuerza para Ucrania necesitará al menos 10.000 tropas, pero eso podría requerir alrededor de 30.000 soldados si se tienen en cuenta las tropas en rotación y descanso.

Como líder de la coalición, el Reino Unido debería considerar contribuir con una brigada de 5.000 soldados que se convertirá en 15.000 si se tienen en cuenta el descanso y la rotación, dijo Arnold.

Esa cifra representa alrededor del 30% de la capacidad desplegable del Ejército Británico, dijo, y podría crear un problema "complicado" en el que el Reino Unido despliega más fuerzas en nombre de Ucrania, un aliado no perteneciente a la OTAN, que para aliados de la OTAN como Estonia.

Funcionarios europeos han indicado que las tropas podrían participar en el entrenamiento de soldados ucranianos y probablemente tendrían sus bases lejos de las líneas del frente, aunque el riesgo de ataques con misiles y drones rusos seguiría siendo alto.

Pero habrá "cero credibilidad" si se colocaran tropas occidentales en varias ciudades ucranianas sin una misión o propósito claro, dijo Ben Hodges, excomandante general del Ejército de Estados Unidos en Europa.

"Eso no impresionará a los rusos en absoluto", agregó.

Los mandatarios europeos también lidian con la cuestión de si fiarse de la palabra de Trump y sus funcionarios al tiempo que observan el ascenso de partidos populistas —particularmente en el Reino Unido, Francia y Alemania— que pueden no compartir el mismo compromiso con Ucrania que los líderes políticos actuales.

Eso significa que el futuro de cualquier garantía de seguridad para Kiev podría ser extremadamente frágil.

No hay "absolutamente ninguna garantía" de que Trump cumplirá con los compromisos asumidos con las naciones europeas sobre Ucrania, añadió Arnold, señalando la retirada de Trump de pactos previos, como el Acuerdo Climático de París y el trato nuclear con Irán.

Eso significa que las naciones europeas no pueden confiar en que él ordene a los aviones estadounidenses entrar en acción en caso de una violación del alto el fuego porque "en un momento puede decir sí, en otro momento puede decir no", dijo Arnold.

Después que Trump descartara la membresía de la OTAN para Kiev y ante una serie de trabas pendientes para implementar garantías de seguridad para Ucrania, los mandatarios europeos pueden decidir que manejarán la situación gastando "mucho más dinero en armas" para Kiev, resaltó Heisbourg.

Arnold coincidió, añadiendo que la mejor opción podría ser darle a Kiev "muchas armas y mucha munición".

"No hay una salida fácil", dijo. "Ninguna de las opciones, especialmente para los europeos, es buena".

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Esta versión ha sido corregida para indicar que la reunión de líderes europeos fue tres días después de la cumbre Trump-Putin, no un día después.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.