GINEBRA (AP) — Las fuerzas armadas de República Democrática de Congo y los rebeldes del M23 respaldados por Ruanda han cometido crímenes como violaciones grupales, esclavitud sexual, tortura, asesinato de civiles y otras atrocidades "horribles" en el este del país durante el último año, dijo el viernes la oficina de derechos humanos de Naciones Unidas. Además, indicó que los gobiernos de ambos países son responsables.

Un nuevo reporte de un equipo de expertos que visitó la región entre marzo y agosto advirtió posibles crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad que se habrían cometido desde finales de 2024 y desde que el conflicto de varias décadas en la nación del centro de África se intensificó en enero, cuando los combatientes del M23 tomaron la estratégica ciudad oriental de Goma.

"Las atrocidades descritas en este informe son horribles", dijo a reporteros en Ginebra Ravina Shamdasani, portavoz de la oficina de la ONU, citando al Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk. "Es desgarrador y profundamente frustrante presenciar una vez más la deshumanización de la población civil por parte de aquellos en el poder que están faltando a sus responsabilidades".

Se espera que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU considere el informe durante su próxima sesión de un mes que comienza el lunes.

Los combates han matado a unas 3.000 personas, aumentaron el temor a una guerra regional más amplia y crearon una de las crisis humanitarias más graves del mundo. Durante años se han reportado violaciones generalizadas de los derechos humanos a causa del conflicto, y recientemente ha habido un repunte en los informes de violencia sexual, principalmente contra mujeres y niñas.

El informe determinó que los rebeldes del M23 practicaron ejecuciones sumarias, tortura, detenciones, desapariciones forzadas y reclutamiento forzoso contra miles de civiles vistos como contrarios al grupo, a su autoridad o al reclutamiento.

“Las violaciones se repitieron durante períodos prolongados, a menudo en conjunto con actos adicionales de tortura física y psicológica y otros malos tratos, con una intención manifiesta de degradar, castigar y quebrantar la dignidad de las víctimas”, señaló el reporte.

Shamdasani indicó que “los hallazgos de este informe subrayan la gravedad de la situación” y la naturaleza “sistemática” de las violaciones y abusos de derechos.

El informe también documentó violaciones cometidas por las fuerzas armadas del pais, conocidas por el acrónimo en francés FARDC, y por grupos armados afiliados como Wazalendo. Incluyeron asesinatos deliberados de civiles, el uso generalizado de violencia sexual —especialmente las violaciones y las violaciones grupales a mujeres y niñas—, y los saqueos.

"Los autores operaban en grandes grupos y en múltiples localidades simultáneamente, de una forma que reflejaba patrones recurrentes de violación y saqueo, en lugar de actos aislados", detalló el reporte.

La oficina de derechos humanos dijo que los gobiernos de ambos países son responsables.

"RDC y Ruanda tienen responsabilidad por su apoyo a grupos armados con antecedentes conocidos de abusos graves, y por no cumplir con sus obligaciones de tomar todas las medidas para garantizar el respeto del derecho internacional humanitario y proteger a los civiles de daños graves", indicó.

Ambos bandos firmaron en junio un acuerdo de paz mediado por Estados Unidos, pero el reporte dijo que no ha dado lugar a una rendición de cuentas suficiente por los crímenes ni a un apoyo adecuado a las víctimas.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.