Expresidente abandonó el penal de Barbadillo bien peinado y para la foto. Ahora ataranta con posible pronunciamiento de una Comisión Interamericana de Derechos Humanos que no ve temas de corrupción.
Apenas se abrieron las puertas del penal de Barbadillo que lo acogió durante 18 de sus 21 días de encierro. Y ya despojado del uniforme de recluso, un peinadito Martín Vizcarra Cornejo se puso su disfraz favorito . Hacer de víctima es un papel que le encanta interpretar al expresidente y la ocasión era precisa.
Premiado con una excarcelación el pasado miércoles, el vacado exmandatario fue recibido por una portátil —simpatizantes del partido Perú Primero— apostada en las afueras del recinto penitenciario y que él mismo se encargó de convocar horas después del cuestionado fallo judici