La comisaria española abre un cisma en la Comisión al definir la actuación del Israel como el "genocidio de Gaza", mientras la institución que preside Ursula Von der Leyen responde que "no tiene una posición al respecto"
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Se está abriendo un abismo de valores cada vez mayor entre la vicepresidenta primera y comisaria de Competencia, Teresa Ribera, y el resto de la Comisión Europea, especialmente con su presidenta, Ursula Von der Leyen. Un cisma provocado por la falta de actuación concreta de la institución europea ante las violaciones de derechos humanos en Gaza por parte de Israel. Ribera amplió aún más este jueves la brecha moral con sus compañeros en la Comisión al decir directamente que se está cometiendo “un genocidio en Gaza” y expresar su “frustración” ante la falta de medidas, durante la apertura del curso universitario en París.
“El genocidio en Gaza expone la incapacidad de Europa para actuar y hablar con una sola voz, incluso mientras las protestas se extienden por ciudades europeas y 14 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU piden un alto el fuego inmediato”, dijo Ribera. Funcionarios de la institución europea admiten que la posición frente al genocidio de los palestinos es “uno de los más sensibles políticamente” y que más está convulsionando internamente a la Comisión desde hace meses.
Sin embargo, la respuesta oficial de la Comisión que preside Ursula Von der Leyen sigue sin variar. Este viernes, ante las preguntas de si la Comisión compartía la posición de Ribera, un portavoz repitió la versión oficial: “No hay una posición al respecto. No corresponde a la comisión juzgar esta cuestión, sino a los tribunales. No ha habido ninguna decisión colegiada sobre este tema en particular. En lo que respecta a la determinación de si se han cometido crímenes internacionales, incluido el genocidio, es competencia de los tribunales nacionales y las cortes internacionales que puedan tener jurisdicción”.
No es la primera vez que la comisaria española da un toque de atención a las conciencias de los altos cargos en Bruselas. A principios de verano, se atrevió a remover el avispero argumentando que la población gazatí “está siendo atacada, asesinada y condenada a morir de hambre”. “Una población concreta está confinada, sin hogar, destruida, sin comida, agua ni medicinas, con acceso prohibido, y sometida a bombardeos y disparos incluso cuando intenta obtener ayuda humanitaria. Carece de cualquier tipo de humanidad y no se permiten testigos. Si no es genocidio, se parece mucho a la definición utilizada para expresar su significado”, dijo.
Malestar en los pasillos
La posición de Ribera ya había sido asumida por un buen número de funcionarios europeos y trabajadores, que en los pasillos de las instituciones europeas (Comisión, Consejo y Parlamento europeos) muestran un malestar patente ante la falta de actuación concreta por parte del Ejecutivo comunitario. Incluso se ha creado una Plataforma Personal de la UE por la Paz, en la que unos 2.000 empleados públicos han firmado cartas en las que se exige la revisión y “la suspensión del Acuerdo de Asociación UE-Israel y el fin de las exportaciones de armas de los Estados miembros de la UE a Israel” hasta que detenga su campaña militar en Gaza.
La división interna se ha hecho más patente cuando Ribera y otros tres comisarios –Marta Kos (liberal, eslovena), Hadja Lahbib (liberal, belga) y Michael McGrath (liberal, irlandés)– respondieron a la carta de los funcionarios con otra misiva el pasado 28 de agosto. Además de aplaudir la posición de los empleados, los comisarios recordaron que este verano se propuso como primera medida la exclusión parcial de Israel del acuerdo científico Horizonte Europa. El Servicio de Acción Exterior de la UE (SEAE) señaló que Israel estaría violando el artículo 2 sobre el respeto de los derechos humanos del acuerdo de asociación UE-Israel, vigente desde el año 2000. Pero ni siquiera se consiguió esta medida. Es necesario una mayoría cualificada, de manera que para salir adelante debería conseguir el respaldo de 15 países que representen al menos al 65% de la población de la UE.
Los comisarios que se han posicionado más críticamente con Ribera y han firmado la carta de respaldo a los funcionarios que piden actuar contra Israel pertenecen a países que se han posicionado abiertamente en este sentido, como Bélgica, Irlanda y Eslovenia, además de España.
Un funcionario de la Comisión explica a elDiario.es que “hay comisarios que no están cómodos con la falta de actuación ante Israel, pero no tienen ni la capacidad ni la fuerza política para dar la cara”. “Es evidente que hay colegas de Teresa Ribera que comparten una serie de valores, pero no hacen nada”, dice.
Otro empleado europeo destaca en el mismo sentido que “hasta que no haya un cambio en la posición de Alemania y la presidenta de la Comisión no será posible avanzar”. “Desde principios de este verano llevamos escuchando que va a haber un cambio de la posición de Alemania pero no se ha visto aún nada”, añade.
El papel de Alemania está siendo fundamental para frenar el avance de medidas coercitivas hacia Israel. “Cada Estado tiene una trayectoria y unas mochilas con determinadas cargas que explican su posición. Es cierto que el colegio de comisarios cuenta con el menor número de socialistas de la historia, la fuerza es menor, pero no se trata de una cuestión de partidos. Por ejemplo, el comisario danés [Dan Jørgensen] que lleva la cartera de Vivienda y Energía es socialista y no ha firmado la carta”, explica este empleado de la Comisión.
Las miradas se dirigen con más intensidad sobre Ursula Von der Leyen. El próximo miércoles la presidenta de la Comisión tiene que dar el discurso del Estado de la Unión en el Parlamento Europeo, donde podría hacer menciones más allá de decir que las imágenes de niños asesinados en Gaza por el Ejército israelí son “insoportables” o pedirle a Israel que “reconsidere” la operación militar en el territorio palestino. Sin embargo, en el Parlamento europeo las fuerzas políticas no esperan que haya cambia de posición respecto a Israel. “Ojalá nos equivoquemos, pero no vemos mucho interés en Von der Leyen”, dicen fuentes parlamentarias.