El Departamento de Defensa de Estados Unidos evalúa un cambio profundo en su Estrategia de Defensa Nacional. De acuerdo con versiones preliminares del borrador que ya llegó al despacho del secretario de Defensa, Pete Hegseth, el Pentágono busca colocar como prioridad la seguridad de la patria y del hemisferio occidental, desplazando a un segundo plano la contención de potencias como China y Rusia.
Se trata de un giro llamativo respecto a la línea que han seguido administraciones anteriores, tanto demócratas como republicanas, incluida la primera presidencia de Donald Trump, cuando Pekín fue señalado abiertamente como el principal competidor estratégico de Washington. Este replanteamiento podría generar fricciones con legisladores y asesores de seguridad de ambos partidos que considera