La historia de los hermanos Fernando y Juan Manuel Abal Medina está marcada por la tragedia y la política en Argentina. Fernando fue asesinado el 7 de septiembre de 1970, un hecho que dejó una huella profunda en su familia y en la historia del país. La relación entre ambos hermanos se forjó en un hogar de activistas de la Acción Católica, donde desde jóvenes se involucraron en la política y el nacionalismo.

Juan Manuel recuerda que su hermano Fernando desertó del servicio militar, lo que generó preocupación en la familia. En un encuentro con el escritor Leopoldo Marechal, Juan Manuel se enteró de que Fernando había estado hablando sobre la captura del general Pedro Eugenio Aramburu, un hecho que conmocionó a la sociedad. Marechal le mencionó que Fernando podría estar planeando una guerrilla urbana, lo que aumentó la inquietud de Juan Manuel.

El 29 de mayo de 1970, Aramburu fue secuestrado por un comando que se hizo pasar por custodios. Posteriormente, fue ejecutado tras un “juicio popular”. Fernando Abal Medina fue identificado como el autor de los disparos. Este evento marcó la presentación pública de la organización guerrillera Montoneros, de la cual Fernando era un líder destacado.

A lo largo de su vida, Fernando participó en diversas operaciones para financiar al grupo guerrillero, incluyendo asaltos a bancos y destacamentos policiales. Su última acción armada fue el 1 de septiembre de 1970, cuando un comando bajo su mando robó 36.000 dólares en un banco.

El día de su muerte, Fernando y otros líderes montoneros se reunieron en una pizzería. La policía, alertada de su presencia, irrumpió en el lugar, lo que desencadenó un tiroteo. Fernando fue herido y falleció desangrado poco después. Juan Manuel, al reconocer el cuerpo de su hermano, notó que se había dejado un bigote para ocultar su identidad.

El velorio de Fernando se llevó a cabo en la casa familiar, donde se rindió homenaje a su vida y su compromiso político. La llegada de una corona enviada por Juan Domingo Perón, exiliado en Madrid, marcó un momento significativo en la ceremonia. El cuerpo de Fernando fue trasladado a la iglesia San Francisco Solano, donde se celebró una misa en su honor, con la participación de figuras cercanas al peronismo.

La historia de los Abal Medina es un reflejo de una época convulsa en Argentina, donde la política y la violencia se entrelazaron de manera trágica. Juan Manuel, tras la muerte de su hermano, se convirtió en una figura clave del Movimiento Peronista, continuando el legado de compromiso político que ambos compartieron.